¡Quiero que os lancéis al suelo y que hagáis diez burpees!.
Imaginaros que comenzásemos nuestras clases con estas palabras. La impresión sería enorme, luego la curiosidad y la duda provocaría que alguno de nuestros/as alumnos/as levantara las manos para preguntarnos: "Maestro, ¿qué es un burpee?. Básicamente es una flexión, más una incorporación y un salto vertical.
Una vez despejadas las dudas, estoy convencido que algún alumno/a diría que eso es imposible. Efectivamente es difícil hacerlo, no imposible, pero eso es lo que hacemos nosotros en nuestra práctica diaria.
Les exigimos a nuestro alumnado que hagan todos lo mismo. Que lo hagan a la vez, y a ser posible en una hora de duración. Deseamos la homogeneidad y perseguimos lo heterogéneo, lo distinto, lo que nos ralentiza o lo que nos exige más: más esfuerzo, más tiempo, más dedicación.
En este aspecto tenemos mucho que aprender de los docentes de Educación Física. ¿Alguien cree que un docente de Educación Física suspendería a un alumno en silla de ruedas por no hacer suficientes burpees?.
Es realmente difícil conocer a un alumno que suspende Educación Física, pero no porque sea una "maría". La razón yace en que estos docentes proponen diferentes alternativas evaluadoras, porque a ellos no les interesan los contenidos, por el contrario les interesan desarrollar habilidades, capacidades y/o destrezas, de modo que buscarían alternativas y le propondrían al alumno otras actividades o tareas, por ejemplo, lanzar el balón medicinal, hacer dominadas....
Su quehacer docente es práctico, todo se demuestra en la acción, tanto es así que muchos no realizan exámenes ¿para qué los necesitan?.
Los docentes de Educación Física saben que con la práctica mejoran la inmensa mayoría de las habilidades y capacidades, de modo que no superar una prueba, no implica una losa de pesadumbre, ni un amargo suspenso. ¿Qué sucede si no lo superan? No pasa nada, significa que es alumno no ha desarrollado suficientemente su rapidez o su potencia, pero eso no le impide poder practicar un deporte o ser un fuera de serie en otros deportes.
Un docente de Educación Física tiene claro que la evaluación es continua, que mide procesos y que tiene un carácter formativo ( no te preocupes, la próxima vez lo harás bien). Otra fortaleza es que las clases y los cursos siempre son diferentes. Pueden practicar la motricidad fina haciendo nudos, desarrollar potencia mediante saltos al cajón y terminar sus clases trabajando la expresión mediante la creación de una coreografía.
Sin embargo, el resto de docentes nos bloqueamos ante este tipo de situaciones. Creo que todos nos podemos sentir reflejados cuando hemos tenido alumnado con Síndrome de Down, problemas de visión .. y no hemos podido plantearle el mismo examen, actividad o tarea, que al resto de alumnos. Las dudas nos asaltan: no podemos calificar a este alumno; seguro que los demás alumnos se quejan por adaptarle el examen, no tengo ni idea que hacer.
Tenemos mucho que aprender de otras disciplinas. A pesar de que están en nuestros claustros y nuestros centros, no nos planteamos que sus modelos podrían servirnos de ejemplo para cambiar nuestra práctica educativa.
Como muestra os dejo este vídeo de Kyle Maynard. ¿Seríamos capaces de integrarlo en nuestras clases?
Es curioso pero al resto de los compañeros docentes, les parecen "raras" (jajaja) las calificaciones de Educación Física y lo mejor terminan de entender como se puede evaluar sin basarse únicamente en pruebas escritas.
ResponderEliminarPaco. Ya sabes que lo que se salga del examen no entra en la cabeza de muchos docentes. El examen y el libro de texto son Santa Palabra.
ResponderEliminarUn abrazo.