En los últimos años, profesionalmente, estoy ejerciendo en un centro de formación del profesorado dedicado a la formación on-line del profesorado. Cuando, charlando informalmente con otros compañeros, hablo de mi trabajo, si no conocían la formación on-line, había dos cosas que no faltaban en la conversación. La primera era interesarse por el funcionamiento de esta modalidad de formación. La otra solía ser una afirmación: "a mi no me gusta la formación on-line, porque se pierde el contacto y el debate, el intercambio de experiencias..."
Esta afirmación sobre la soledad que se vive en la formación on-line tiene, como exponía en el título, más de mito que de realidad. De hecho, según los estudios, la mayor parte del tiempo que pasamos conectados a Internet lo dedicamos a las redes sociales y, dentro de éstas, si nos atenemos al estudio realizado por IAB y Elogia respecto al uso de las Redes Sociales en España en 2012, realizamos las siguientes actividades.
- El 79% de la población usa redes sociales.
- El 78% de los usuarios entra cada día.
- La actividad más frecuentes es relacionarse con otros (Enviar mensaje a los contactos, Revisar la actividad de los contactos, Chatear, Conocer gente/hacer nuevos amigos, etc…)
- El 56% de los usuarios accede a las redes sociales también a través de su móvil.
(puedes ver un resumen del estudio en la siguiente presentación)
Es decir, hay una inmensa mayoría de españoles que usan las redes sociales a diario (un 60%) y su principal uso es para comunicarse y relacionarse. Cabe entonces destacar que la "comunicación/relación virtual" no debe ser tan mala ni tan deficitaria, cuando está tan extendida y es tan habitual en la mayoría de la población.
Por ello pensamos que esa afirmación de la soledad en la formación on-line, tiene más de mito que de realidad, y que el problema de la supuesta soledad no deriva del modelo de formación, sino de la actitud personal que tomemos, de la aceptación o no de que los medios de comunicación/relación han aumentado, superando la barrera del espacio y del tiempo, gracias a Internet.
La formación on-line no es ajena a este modo de funcionar de las redes sociales y lejos de ser una formación individual y solitaria, es una formación donde la relación entre los usuarios es muy intensa. Bien es cierto que hace falta una predisposición y una dedicación de tiempo, que no es distinta a la de una relación presencial.
A modo de ilustración ofrezco los datos sobre un curso on-line de Animación a la Lectura, llamado "Despertar el deseo de leer", realizado durante el curso 2011-2012, con 180 alumnos y 6 tutores.
Si nos fijamos en los foros, en ellos encontramos más de 450 intervenciones a lo largo de todo el curso.
Captura de pantalla de un foro sobre la necesidad de la comprensión lectora para la animación a la lectura |
A estas intervenciones en el foro, habría que añadir la participación en una actividad complementaria que se desarrolló durante el curso, consistente en la elaboración de un cuento colectivo, en el que cada alumno iba ampliando la historia. En la imagen vemos una pequeña parte de las aportaciones. Cada color corresponde a un alumno.
Captura de pantalla de parte del wiki-cuento desarrollado colectivamente en el curso |
Otro elemento es el número de correos cruzados. Un tutor recibe y contesta una gran cantidad de correos. En la siguiente imagen podemos ver cómo hay 15 correos, sólo en la primera página de los correos recibidos, ya que si prestamos atención a la imagen vemos que hay 11 páginas. Lo que hace un total de 165 correos recibidos. Si esta cifra la multiplicamos por 6 tutores, el número de correos enviados por los alumnos es de 990.
Captura de pantalla de una hoja de los correos recibidos por un tutor |
Junto a los correos recibidos, están lo correos enviados. En esta imagen vemos también 15 correos en esta página y como hay 13 páginas. La multiplicación da 195, lo que multiplicado por 6 tutores, da una cifra de 1170.
Captura de pantalla de una hoja de los correos enviados por un tutor |
A estos datos habría que añadir los correos que como responsable de la actividad recibo y envío, semejantes a las cifras de un tutor individual. Junto a ellos los enlaces y los archivos compartidos por el alumnado y las/os tutores compartiendo sus actividades, experiencias sobre animación a la lectura o remitiendo a webs o experiencias que conocen. En último término no hay que olvidar los correos que entre alumnos, de forma privada, se envían entre sí. En total podemos superar las 4000 interacciones, lo que hace una media superior a 20 comunicaciones por persona (sin descontar a las personas que finalmente no participaron en el curso). Dudo mucho que en un curso presencial se de una interacción tan elevada.
Evidentemente el tipo de comunicación es, a veces, más breve, directa, concisa, que el que se desarrolla en una actividad presencial, pero no pretendemos aquí hablar de las diferencias entre los tipos de comunicación sino, simplemente, poner de manifiesto que la formación on-line no tiene porqué ser sinónimo de soledad, no supone que no se pueda compartir con otros, que no haya intercambio de ideas, experiencias, etc… Tan sólo depende de la actitud que uno tenga y del tiempo que dedique, al igual que en la formación presencial.