jueves, 13 de octubre de 2016

La educación,definitivamente,exige emociones...que dejen huella.

En los medios se habla de  que la educación exige emociones,de que es necesario imbricarlas en la práctica educativa.

Pero poco se habla de las emociones del docente, y esta profesión,tal como señaló Hargreaves,(*) es una profesión emocional,en la que se mezclan,probablemente a partes iguales, emoción y cognición, pensamiento y sentir. Aún con la espada de Damocles de toda la bur(r)ocracia legislativa conque se nos atosiga, en contra de clichés sociales que nos tachan de esto o aquello, y a pesar de todos los pesares.

La educación debe ser fuente de emociones,de emociones positivas, a ser posible, pero no sólo en sentido bi unívoco,del alumno al docente, y viceversa, sino también entre los compañeros de profesión.

Y esa vertiente se deja de lado,no sea que una/o no parezca suficientemente seria/o, si se manifiesta imperfecta/o o sentimental, no sea que no le llamen a tal o cual encuentro educativo,si no da la talla de fría y docta profesionalidad, no sea que...Pero hay docentes cuya trayectoria evidencia que otra educación es posible: profesores que conjugan trabajo y emociones. En vena.

Como quizás estoy llegando a un momento de mi vida en que empieza a importarme tres puñetas si parezco más cursi que un bocadillo de jazmines,me sigue resonando aún el murmullo de esa emoción compartida,con cadencia de rumor de olas, que vivimos muchos docentes conectados a finales del Septiembre pasado. Que no es tanto,que hace apenas unas semanas,si bien en Twitter eso es una eternidad,claro. Y en la vida real,también,sobre todo si en esos dias tienes claustro.

Ya han pasado unos días,sí,pero no me resisto a escribir sobre ello:¿Qué sucedió en esa fecha? Pues que se celebraba que, hace n años, nació una maestra quijotesca; no podía ser de otro modo,pues comparte fecha de nacimiento nada menos que con Cervantes ,y que,sólo un día más tarde, esa maestra,una de esas que deja huella, se jubilaba.



Si lees su retrato docente, puedes atisbar la calidad del trabajo desarrollado por ella, o el abisal número de experiencias educativas que ha propiciado;te puedes acercar a ella desde la visión del colectivo de orientadores educativos,o puedes (re) conocerla desde la perspectiva de una  docente que se dejó embaucar .Somos muchos los que hemos formado parte de su claustro virtual, por no hablar de lo compartido ya en la vida real,lejos del 2.0.  Hablo,pues, de emociones y educación. Compartidas.En las redes,y fuera de ellas.

Mi experiencia personal no es muy distinta de la de otros: Recién enredada,novata total,pero llena de ilusión por aprender, me puse en contacto con ella porque de algún modo que aún no acierto a descubrir, localicé que ella trabajaba el cine y la educación,y yo,enamorada de ambos,(y,como los amores verdaderos,con ímpetu de volcán en erupción),la abordé.

Aún me sonrojo del cómo,pero es lo que tiene el amor,pocas cosas lo detienen. Algo debió de olerse aquella maestra,sabe Dios qué, para que,a pesar de ese desatinado mail,aún se atreviera a verse conmigo,y a escribir uno tras otro,y un tuit,y un mail,y otro...,aquella docente quijotesca resistió el envite, y fue el estímulo que necesitaba para empezar a trabajar en un proyecto colaborativo. Me consta que poca gente ha favorecido el ABP de esa manera.-Entre la mentorización y la amistad anda el juego. -Y mi caso es uno entre cientos,aunque no todos lo reconozcan.

Hablo,pues,de educación, de la necesidad de emocionar al profesorado,de la necesidad de implicarse en conseguir apoyar y sacar del anonimato a docentes desconocidos, de la necesidad de luchar con las emociones de un contexto en el que los alumnos no siempre tienen Ipad,ni móvil, ni,quizás, tres comidas al día.

Hablo de emociones y educación, y de la imperiosa necesidad que haya muchos/as docentes como nuestra Londones,maestra que ha dejado huella en la educación de este país en el que nuestra profesión se muestra como una educación de charanga y pandereta,

Ya lo dijo Cervantes: "Al bien hacer jamás le falta premio." Y ninguno mejor que el legado que dejan tras de sí aquellos que saben ser personas por encima de su propio personaje.


(*) Hargreaves, A. Emotional Geografies of Teaching. Notes to be published by Teacher’s College Records.

6 comentarios:

  1. ¡Grande, Londones, puede que no haya otra...!

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  2. Qué precioso homenaje Inma!! A pesar de no conocer a Mercedes desee hace tanto tiempo como tu, el torbellino de emociones compartidas hace que me identifique con cada una de tus palabras. Gracias por compartir. 😊

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  3. Qué precioso homenaje Inma!! A pesar de no conocer a Mercedes desee hace tanto tiempo como tu, el torbellino de emociones compartidas hace que me identifique con cada una de tus palabras. Gracias por compartir. 😊

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  4. Muy buen artículo, Inma. No lo había leído en su momento y hoy he dado con él desde redes. Necesitamos emociones fuertes. Gracias por aportarlas tú también, Inma. ;)

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  5. Sí. La red es imperecedera (o casi) y por suerte, hoy me encontré con este maravilloso post. No se puede expresar mejor las ideas y emociones que compartimos muchos en ese momento y que todavía duran. Gracias Inma. Gracias Mercedes.

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